Hola, soy Dominika, un poco salvaje, un poco sabia, un poco rara, siempre escuchando el ritmo más profundo de la vida.

 

Nací y crecí en la República Checa en una familia humilde que me inculcó resiliencia, curiosidad y gratitud por el camino de la vida. Empecé a trabajar desde joven, y esa temprana independencia me abrió el camino a una vida de exploración. Mi búsqueda de sanación y verdad me ha llevado a recorrer continentes: desde estudiar medicina herbal y terapia de sonido en California, hasta prácticas chamánicas en México, pasando por astrología, tarot y trabajo energético en Argentina.

 

Cada capítulo de mi viaje reveló nuevas maneras de conectar más allá de las palabras: a través de la presencia, la energía y la emoción. Ya sea enseñando a niños en África o trabajando con almas neurodiversas, aprendí que la comunicación no siempre se habla, sino que se siente.

 

Durante la última década, he incorporado estas experiencias a lo que comparto hoy: viajes sonoros, ceremonias de cacao, sesiones de astrología y tarot, y espacios de reconexión y liberación. Mi trabajo es intuitivo y en constante evolución; no hay dos sesiones iguales. Es como pintar con colores invisibles y dejar que el universo aporte sus propias pinceladas.

 

Para mí, sanar no se trata de arreglarte a ti mismo; nunca estuviste roto. Se trata de recordar quién eres, subir el volumen de tu verdad interior y bailar al ritmo de tu propia esencia.

 

A través de Ome Balance, sostengo el espacio para ese recuerdo, donde el sonido, la quietud y la ceremonia se encuentran, y donde puedes volver a casa contigo mismo.